012 Arrabal Cross

12-CRUZ DEL ARRABAL Y ERMITA DE SAN SEBASTIÁN

El recorrido hasta este punto aquí nos va a permitir aproximarnos a conocer uno de los barrios más singulares y castizos de la Ciudad, el Arrabal de San Sebastián, que bien merece un amplio paseo por sus estrechas calles de trazado arabesco.

Al fondo de la plaza de la Santa Cruz, y alineado respecto a la Iglesia de San Juan Bautista, vemos eun templete conmemorativo de la Toma de Vélez-Málaga por los Reyes Católicos. Dicho templete tiene forma de prisma y cuanta con 2 plantas. La de abajo es sólida y sobria. En la superior, en la cara que mira a la plaza, observamos un arco de medio punto. En el interior del templete, hay una falsa cúpula sobre pechinas, y destacando especialmente, vemos una sencilla cruz de madera. Este sobrio pero hermoso templete es lo que queda de una de las primeras iglesias cristianas de la Ciudad, la de la Santa Cruz, construida bajo esa advocación en conmemoración de la conquista cristiana de la ciudad que se produjo en el año 1487, el 3 de mayo, Día de la Santa Cruz.

Como hemos dicho, tras admirar este pequeño monumento, desde este punto podemos recorrer el castizo Arrabal de San Sebastián, en cualquiera de las direcciones que se nos abren, tras pasar un simple arco que hay próximo a la plaza y que inicia la calle del Arroyo de San Sebastián. Múltiples son las rutas que podemos tomar, tantas como calles se entrecrucen con nuestro camino. Una de las opciones más interesantes , y que nos va a permitir recorrer toda la longitud de la calle del Arroyo de San Sebastián es la de encaminarnos hasta la vieja Ermita de San Sebastián, sobre la que el Ayuntamiento quiere emprender una acción de restauración y puesta en valor. Pese a su actual estado de abandono, esta vieja ermita conmemora uno de los sucesos que más ha marcado la historia de la ciudad.

Y es que en la zona en donde se alza la ermita se hallaba el campamento de los Reyes Católicos durante el asedio a Vélez-Málaga.

Un día, durante el asedio cristiano al Vélez-Málaga andalusí, un grupo de defensores de la Medina salieron del recinto amurallado y se dirigieron hacia el campamento cristiano, sorprendiendo al propio rey Don Fernando de Aragón sin protección e incluso sin armadura. Fue entonces cuando un humilde palafrenero, de nombre Sebastián y apodado "el Pelao", interpuso su cuerpo entre el Rey y una furtiva lanza tirada contra el monarca. Su acción, salvó la vida del Rey Católico a costa de perder la propia. Entonces, según cuentan las crónicas, el propio rey Don Fernando arremetió contra los atacantes que habían dado muerte a su sirviente. Este gesto se encuentra plasmado en el escudo de la Ciudad, concedido por los Reyes Católicos. Concretamente en el escudo de Vélez-Málaga se ve al Rey Don Fernando, sin armadura alguna protegiendo su cuerpo, saliendo en defensa de quien había dado su vida por él. Esta anécdota sobre la historia de nuestra ciudad, sirve para ilustrar esta visita a uno de los rincones más singulares de Vélez-Málaga.

Una vez terminada la visita hasta este viejo templo, podemos iniciar nuestra vuelta, bien desandando lo recorrido o bien adentrándonos en el interior del castizo Arrabal de San Sebastián, pero siempre con idea de alcanzar nuestra próxima estación, el Convento e Iglesia de San Francisco. 

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