Ayto Vélez-Málaga | Concejalía de Turismo

Almayate es un enclave único en la Costa del Sol Oriental que combina un profundo legado histórico con la belleza del litoral, ubicado entre Torre del Mar y Benajarafe.

El núcleo primigenio está datado en el siglo VIII a.C., este habitat fue el yacimiento de Toscanos, una factoria fenicia clave, situada en la desembocadura del río Vélez, considerada como uno de los enclaves fenicios más importantes del Mediterráneo occidental. Los hallazgos confirman los asentamientos de Toscanos (poblabo fenicio  con trazado urbanístico de calles y casas de planta rectangular), Cerro del Peñón y Cerro de Alarcón (zonas de expansión de los Toscanos con cronologías que van hasta el siglo VI a.C.) y la Necrópolis de Jardín (uno de los mayores cementerios occidentales, del siglo VI al IV a.C.).

El nombre de Almayah, "las aguas", hoy Almayate remite a su esplendor como la principal alquería del territorio de Vélez-Málaga durante el periodo nazarí, famosa por su agricultura de regadío.  Su distinción continuó tras la consquista cristiana, ya que Almayate fue el único núcleo de población al que los Reyes Católicos concedieron el privilegio de asentarse a menos de una legua de la costa, de ahí su denominacion histórica como "el Seguro de Almayate". El control del litoral y la vigilancia contra incursiones, especialmente berberiscas, fue vital. Es función defensiva se materializa en dos estructuras claves, la Torre de la Manganeta (siglo XIII-XV) caracterizada por su forma troncocónica y la Torre del Jaral, de planta cuadrada, responde a la necesidad de reforzar las defensas costeras tras la conquista, completando la línea de vigilancia.

Su desarrollo posterior, incluyendo el uso de sus canteras para la fábrica de la Catedral de Málaga en el siglo XVIII.

Actualmente, el paisaje se divide en Almayate Alto y Almayate Bajo. Su motor económico se basa en la existosa agricultura subtropical, siendo un motor clave en la producción de aguacates y mangos.

La playa de Almayate te ofrece 2800 metros de arena oscura, con carácter virgen y aislado sin paseo marítimo, y se ha consolidado como un referente nacional para el naturismo. 

Y si nos visitas a finales de diciembre, no debes perderte el su tradición viva, el Belén Viviente de Almayate, distinguido como Fiesta de Singularidad Turística por la Diputación Provincial de Málaga en 2007. Este espectacular evento teatral y musical, moviliza a más de 150 vecinos para recrear pasajes bíblicos desde la Anunciación hasta la Huída a Egipto.