Councillor for tourism welcomes you

En primer lugar, quiero dar la bienvenida a Torre del Mar a todos y cada uno de nuestros visitantes.

Torre del Mar nunca defrauda las expectativas de cuantos se acercan a conocernos.

La calidad y profesionalidad de sus servicios turísticos y de todos sus establecimientos comerciales y de hostelería y el carácter amable y emprendedor de sus gentes lo hacen posible.

Torre del Mar es una de las localidades turísticas con mayor importancia, y con mayor solera, de la Costa del Sol-Axarquía.

La hospitalidad de los torreños y de las torreñas; la bondad de nuestro clima; la impresionante luminosidad de nuestra tierra; la calidad de nuestras playas y de nuestro Mar Mediterráneo; lo saludable de nuestra variada gastronomía, lo excepcional de la ubicación de nuestro pueblo, a sólo una treintena de kilómetros de Málaga capital y de la Estación María Zambrano del AVE y del aeropuerto internacional Pablo Picasso, en pleno corazón del litoral de la histórica comarca de la Axarquía, a muy poca distancia del Parque Natural de las Sierras de Tejeda y Almijara y de muchos de los pueblos blancos más bonitos de Andalucía, que se hallan en el interior de la Comarca... hacen, todo ello, que cada año acudan numerosos visitantes a compartir sus vacaciones con nosotros y que, año a año, repitan y vuelvan a elegir a Torre del Mar como su destino.

Como ya he dicho, una de las razones que convierten a Torre del Mar en destino preferente de muchos visitantes es, el carácter abierto, amable y hospitalario de sus gentes. Un carácter, dotado de una singular personalidad.

El carácter de los torreños y de las torreñas convierte a Torre del Mar en una cosmopolita localidad en donde nadie es forastero y en donde muchos de sus habitantes son torreños de adopción, aunque sean nacidos en Jaén, en Madrid, en el interior de la Axarquía, en Londres, Bruselas, París o Berlín.

Torreños de adopción que, junto con los numerosos torreños de nacimiento, constituimos, todos, un mismo pueblo formado por torreños de corazón y de vocación.

Un pueblo que es innovador y abierto al mundo y, a la vez, amante de sus tradiciones como antiguo pueblo de pescadores y de gentes de la mar que es, Un antiguo pueblo de gentes que se afanaron, históricamente, en el duro trabajo de sacar el mejor y más dulce rendimiento a las cañas de azúcar que cubrían la inmensidad de sus campos.

Un pueblo que ya desde los albores de la historia dio su bienvenida a fenicios, griegos, cartagineses, romanos, árabes..., para conformar, entre todos, un pueblo con una marcada personalidad y con una rica historia que guarda, con especial cariño, la época en la que, en el siglo XIX, tuvo su propio Ayuntamiento.

Un pueblo que atiende las tareas del presente, mirando con ilusión al futuro y que, con su profundo amor a la libertad y su marcada personalidad, da la bienvenida a todos y cada uno de nuestros visitantes.

Como ejemplo de los sentimientos que despierta nuestra tierra, podemos citar un párrafo del genial hispanista Gerald Brenan.

"...Bajamos del tren en Torre del Mar y caminamos hacia la carretera. Nos encontramos en una plana llanura de aluvión plantada con caña de azúcar que susurraba constantemente al viento. Pronto llegamos a un río y bajamos hasta la orilla para comer junto a la corriente...

...Nos sentamos allí a comer nuestro pescado y nuestra tortilla fríos entre la hierba y la vincapervinca, mientras el agua discurría silenciosamente a nuestro lado y los pájaros se lanzaban sus trinos...

...Una carreta tirada por bueyes y cargada con cañas recién cortadas pasó con lentitud por el puente. Tres muchachas con pañuelos blancos anudados sobre sus cabezas se inclinaron y se echaron a reír. Eso fue todo, y sin embargo este es el momento de nuestros tres meses de peregrinación por España que más persistentemente permanece en mi memoria. El propósito del viaje había sido conseguir el éxtasis -esa delicia de la que uno gozó cuando niño pero que perdió más tarde-, y allí estaba..."

En definitiva, Torre del Mar es un pueblo que atiende las tareas del presente, mirando con ilusión al futuro y que, con su profundo amor a la libertad y su marcada personalidad, da la bienvenida a todos y cada uno de nuestros visitantes.

 

Con personalidad propia y hospitalidad, así es el carácter del pueblo de Torre del Mar. Un lugar en el que, como acabamos de escuchar, ya dijo Gerald Brenan, en su libro "La Faz de España", es posible reencontrarse con el éxtasis que todos andamos buscando en nuestros viajes y en ese gran viaje, auténtico viaje compuesto de muchos viajes, que es la vida.

Y tras esta bienvenida del concejal de Turismo, dirigida a cada uno de nuestros visitantes, vamos a iniciar ya nuestro recorrido por algunos de los innumerables atractivos de esta singular localidad.

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