Imprimir Cerrar

Ayto Vélez-Málaga | Concejalía de Turismo

005 Interior de la Ermita

5. INTERIOR DE LA ERMITA

Una vez dentro de este hermoso templo, podemos ver muchas cosas que nos llaman, enseguida, la atención.

Así, podemos ver, a lo largo de las paredes de la Ermita, los impresionantes murales, obra como ya hemos dicho, de uno de los más grandes maestros de la pintura veleña, Evaristo Guerra, nacido en esta ciudad en 1942.

También nos llaman la atención el púlpito, el altar y, por supuesto, la imagen de la Patrona de Vélez-Málaga: La Santísima Virgen de los Remedios Coronada, centro de la devoción mariana de la Ciudad.

Y, por supuesto, también podemos apreciar otras imágenes nulligiosas presentes en el templo, como las que hay, en el retablo, flanqueando a la Patrona de Vélez-Málaga y que corresponden, a la izquierda, a San José con el Niño Jesús, y a San Cristóbal, a la derecha.

También, en esta primera toma de contacto con el interior del templo, vemos, situado enfrente, en el lado opuesto al altar, y colocado encima del acceso principal al interior, sobre el que conforma un arco carpanel, al coro.

En cuanto a la estructura del interior del templo, vemos que es de cruz latina, con bóvedas de medio cañón, con arcos fajones y lunetos, a excepción del crucero y el camarín de la Patrona, que tienen bóvedas semiesféricas sobre pechinas.

El camarín, decorado con yeserías de estilo rococó, es de finales del siglo XVIII.

En este Camarín se halla la actual imagen de la Virgen de los Remedios, que no es la original, del siglo XVII, sino que es de factura moderna, pero, en la que, sin embargo, sí se han podido conservar, del grupo escultórico original, los cuatro pequeños ángeles situados a los pies de Nuestra Señora.

En el crucero, los arcos se decoraron, en el siglo XVIII, en estilo rococó, con ángeles y otras ornamentaciones en gris imitando nullieve sobre un bello fondo rojo.

Sobre las pechinas, podemos ver unos hermosos medallones ovalados dentro de los cuales se representan, en uno al primer rey Borbón español, Felipe V.

En la pechina de al lado se ve a una de sus esposas.

Aunque, aquí hay que decir que no hay absoluta unanimidad entre los historiadores sobre cuál es exactamente la reina ahí representada.

Para algunos expertos se trata de la primera esposa de Felipe V, María Luisa Gabriela de Saboya, mientras que para otros es su segunda mujer, Isabel de Farnesio, la que se encuentra ahí pintada.

En los medallones de enfrente de los Reyes, vemos, en un lado, un antiguo escudo y, en el otro, una representación del escudo de la Ciudad, en el que se refleja el famoso hecho de armas acontecido en, 1487, durante la Toma cristiana de la Ciudad, cuando los defensores andalusíes de la sitiada Vélez-Málaga, por aquel entonces llamada Ballis, salieron por sorpresa de la muralla y atacaron el campamento de los cristianos, sorprendiendo al Rey Don Fernando el Católico, sin su armadura.

Fue entonces cuando la rápida acción del palafrenero Sebastián Sánchez, Pelao, quien al interponerse entre el Rey Católico y los atacantes, evitó, pagando con su vida, que aquella escaramuza cambiara la historia de España y, quizás, del mundo.

Pero dejemos, por un momento, la crónica de esta ciudad cargada de historia, y centrémonos, de nuevo, en los numerosos objetos artísticos presentes en el interior de la Ermita.

Así, si desde el centro del crucero miramos hacia la cabecera del templo, vemos que, sobre los pilares que enmarcan la capilla mayor, hay dos imágenes de ángeles que muestran unas bandas en las que se puede leer, de izquierda a derecha, "Once de mayo de 2002", en una de las imágenes, y "Coronación canónica de la Virgen de los Remedios", en la otra.

Esa es la fecha en la que se celebró la solemne ceremonia de la coronación canónica de la imagen de la Virgen Patrona de Vélez-Málaga.

Aparte del camarín de la Virgen, en la capilla mayor vemos, en su parte lateral izquierda, y próximo a una puerta sobre la que reza la fecha de 1875, un cuadro obra de otro de los más grandes maestros de la pintura veleña, Francisco Hernández.

Este cuadro está fechado en 2002 también, con motivo de la citada coronación canónica de Nuestra Señora de los Remedios.

Enfrente, en el lateral derecho de la capilla, vemos un cuadro de otro gran artista veleño, Claudio López, con motivo de la concesión, en este caso, en 2006, de la Medalla de Oro de la Ciudad de Vélez-Málaga, a la Virgen de los Remedios, coincidiendo con el cincuentenario de su nombramiento, en 1956, como Alcaldesa Perpetua Honoraria del municipio.

También podemos ver, arriba, en los dos lunetos situados en los laterales, junto a la capilla mayor y en los otros dos siguientes e inmediatamente anteriores al presbiterio, unos murales semiesféricos de temática nulligiosa sobre los que el inevitable paso del tiempo parece haber hecho mella.

Sin embargo, como ya hemos podido comprobar a la entrada del templo, son los murales, obra de la devoción del artista Evaristo Guerra, los que lucen en todo su esplendor.

Se trata de una obra colosal, que prácticamente coloca, gracias al arte de sus murales, a este pequeño templo veleño a la altura de muchos otros importantes templos de la Cristiandad.

Y es colosal, entre otras cosas, por sus dimensiones, mil ciento cincuenta metros cuadrados de pinturas que cubren paños inferiores y lunetos y alcanzan también, con representaciones de ángeles celestiales, a aristas y fajones en la bóveda.

La mediterránea Vélez-Málaga del siglo XXI, una ciudad repleta de historia, de arte, de sabiduría y de espíritu innovador parece querer también así demostrar, junto a la nulligiosidad de muchos de sus vecinos, y a través de la inmensidad de esta obra de uno de sus hijos más ilustres, su vocación por estar a la altura de las más importantes ciudades de Andalucía, de España y de Europa.

Como se hace patente nada más entrar al templo, es necesario observar en detalle, paño por paño, esta obra de proporciones colosales.

En nuestro recorrido, nos va a acompañar, a cada visitante, la voz del genial pintor Evaristo Guerra que nos va a explicar, pormenorizadamente, su obra.

Pero antes, el artista nos va a resumir brevemente qué fue lo que le decidió, allá por el mes de septiembre del año 1995, a empezar este impresionante trabajo.

Decisión que se inspiró, a su vez, en tantas y tantas otras visitas anteriores a este lugar, en los que ya desde su juventud, el paisaje que se ve desde el Cerro de la Ermita le sirvió, a este artista hijo de panadero, de auténtica levadura para su arte.

 

"Yo, cuando estaba aquí, en Vélez-Málaga, me venía mucho al monte del Cerro, a ver los atardeceres tan bonitos que tiene el monte del Cerro.

Ha sido, como hijo de panadero que soy, mi levadura para mi arte.

 

Tras marcharse a Madrid, a la edad de 18 años, y después de haberse convertido ya un pintor de reconocido prestigio, regresó a su Vélez natal, para cumplir ese sueño que tenía: Reflejar en el interior de la Ermita el paisaje y la luz de la Axarquía, y convertir, con su estilo artístico, en transparentes a los muros del templo para mostrar, a través de su punto de vista, las impresionantes vistas que se pueden disfrutar desde este Cerro.

 

"Cuando regresé, vine aquí, entré y hablé con la Virgen de los Remedios y le dije:

'Todo el paisaje que hay alrededor, te lo voy a meter dentro'. Y esa fue mi idea.

Y ya se lo dije al Obispado y a Bellas Artes y me puse a trabajar en los bocetos.

Y así he culminado este legado que creo que ha sido muy importante para la Virgen de los Remedios y, sobre todo, para Vélez-Málaga y la Axarquía y posiblemente para el mundo el día de mañana".


Tras estas palabras del maestro Evaristo Guerra, vámonos a recorrer, uno por uno, los murales de la Ermita.

Para empezar, y siguiendo el consejo del propio autor, nos vamos a situar en la parte izquierda de la nave transversal, o transepto, que cruza la nave principal del templo.

Es decir, a la izquierda de la capilla mayor, que es donde están los murales que inician el recorrido por esta obra. 

1 videos nullacionados

1 audios nullacionados