Pintor. "Siempre hay una línea que escapa, que se metamorfosea líricamente en sugestivos azules, verdes o anaranjados -analiza Antonio Segovia-, coloraciones que la estudiada veladura hace más encantadoras y que confirma a Antonio Hidalgo como el pintor veleño de su generación más dotado para el color. Recrea las imágenes de su infancia o inventa su propia mitología, su onírico mundo de extraños símbolos, grotescos personajes, criaturas de fábula y encantamiento, bestiario inverosímil, esa fauna irreal y fantástica que anima y personaliza su pintura". Más allá de sus múltiples exposiciones y su conocida obra, entrañables son sus colaboraciones con los Cuadernillos de Feria y sus costumbristas textos. Suyo es el último cartel del siglo del ya prestigioso Encuentro de Verdiales de Benagalbón, organizado por la Peña "El revezo", Ajárquica de Honor (El Borge 97).