Ubicada a escasa distancia de la costa y a la sombra de su histórica Torre Vigía troncocónica, de origen árabe y reconstruida en el siglo XV, se erige el monumento más representativo del pueblo, la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. del Rosario.
Edificada en el siglo XVI, esta parroquia es un testimonio vivo de la arquitectura religiosa de la época. Dedicada a la Virgen del Rosario, el templo irradia una sencillez conmovedora que lo hace increíblemente auténtico y acogedor, desarrollándose en una sóla nave con una techumbre de madera. En su interior, el pequeño altar enmarca un Cristo Crucificado, flanqueado por dos vidrieras en arco de medio punto. En su nave se albergan cuatro hornacinas con imágenes devocionales, San José, la Inmaculada Concepción, San Pancracio y el Sagrado Corazón de Jesús.
La puerta de entrada, sencilla y de madera, sostiene un reloj sobre ella. Por encima de la fachada principal, una pequeña espadaña alberga la campana. La iglesia también custodia una obra de arte conmovedora, el trono tallado y dorado que el artista Rafael de Liébana realizó por encargo para procesionar la imagen de la Inmaculada, un símbolo del profundo fervor comunitario.
La celebración de sus fiestas en conmemoración de la Asunción de la Virgen y la festividad de su titular, la Virgen del Rosario (7 de octubre).