Triana debe su nombre a un origen geográfico y vital, el término derivado del árabe Atrayana, significa al otro lado del río. Su nacimiento a finales del siglo XIX fue una decisión práctica de sus primeros habitantes, que cruzaron el río Benamargosa para escapar de la inundaciones en busca de un terreno más seguro. Esta migración se produjo desde el núcleo vecino La Zorrilla, una zona que es hoy un punto de interés turístico.
Situada en el interior occidental de Vélez-Málaga, este núcleo de población de carácter eminentemente agrícola, mantien la morfología tradicional de un auténtico pueblo andaluz. Sus fértiles tierras fueron cuna de la uva moscatel y la caña de azúcar, pero hoy Triana es reconocida como un vergel subtropical que se consolidó al acoger los cultivos de aguacate y mango, transformando su paisaje de lomas áridas.
Triana es un centro de vida y tradición con un importante Café-Teatro restaurado en su centro y celebraciones en honor a San José y San Juan. Otro punto singular es la impresionante Stupa de Kalachakra (Rueda del Tiempo), situada a 3 km de Triana. Este Centro Budista de Karma Guen, ofrece unas vistas panorámicas inigualables, abarcando desde el azul del Mediterráneo hasta los picos de Sierra Tejeda y Almijara, y ofreciendo una perspectiva única de los pueblos blancos de la comarca de la Axarquía. Esta estupa es la primera de todo Occidente y un punto de meditacion y retiro.
Triana es, en suma, un destino de contrastes donde la historia de sus asentamientos (incluyendo La Zorrilla), la gastronomía tradicional y subtropical y la serenidad oriental se fusionan, convirtiéndola en un punto de partida perfecto para explorar el corazón de la Axarquía.