Valle-Niza, situada junto a Almayate y a solo 3 km de Benajarafe en el municipio de Vélez-Málaga, es un enclave único que fusiona historia milenaria, patrimonio monumental y una costa de gran serenidad.
Este núcleo es crucial para entender la arquitectura malagueña, pues alberga el Complejo Arqueológico de San Pitar, la explotación de esta piedra franca (calcarenita), es un relato que se inicia en la Antigüedad Fenicia (siglos VII-VI a.C.), cuando fue utilizada para construir monumentos esenciales como el Hipogeo de Trayamar. Posteriormente, el sitio adquirió un profundo significado espiritual, albergando un excepcional Conjunto Arquitectónico Rupestre, que incluye una posible iglesia, excavado en la roca y utilizado por eremitas mozárabes entre los sgilos VIII y X. El uso del lugar evolucionó radicalmentes cuando, a partir de 1727, se documentó y se puso en marcha la explotación industrial de la cantera, conviertiéndose en la fuente principal de piedra para la construcción de la Catedral de Málaga, de ésta época se conservan los impresionantes cortes de extracción, las viviendas de los canteros y una Ermita del siglo XVIII. Tras el cese de la minería, la zona se transformó, dedicándose a la próspera explotación agrícola de la uva moscatel hasta finales del siglo XIX.
Completando este patrimonio, el litoral está protegido por vestigios militares, desde la Torre del Jaral hasta la Casa Fuerte del Marqués del siglo XVIII, un claro ejemplo de arquitectura militar, Este castillo ubicado estratégicamente en una amplia ensenada que debía defender con su artillería, fue eregida por orden de Carlos III contra los ataques corsarios. De planta poligonal con dos medios baluartes (hornabeque) y fuertes muros de mampostería. Actualmente alberga la Escuela de Hostelería.
Su playa ofrece una extensa franja de arena oscura y oleaje moderado, enmarcada por la espectacular Sierra de Almijara.
Su economía se sustenta en el binomio de la agricultura subtropical y el turismo de calidad.