En la Triana veleña nació en 1906, el que habría de ser conocido como "Niño de Vélez" en el mundo del flamenco. Por sugerencia de Manuel Vallejo (primera Llave del Cante), el nombre de "Niño de Triana", pasó definitivamente a "Niño de Vélez", evitando así confusiones, pues aquél lo usaba Rafael León, cantaor de gran relieve allá por la segunda y tercera década de este siglo. Su época de más pujanza podemos considerarla desde el 38 al 56, cuando coronaba su carrera con el premio de Malagueñas en el Concurso Nacional de Córdoba.
De su figura cabe destacar su originalidad, pues de la misma forma que hay estilistas extraordinarios, pocos pasan a la historia del flamenco como creadores. Prueba de ello es su malagueña Caleta y el Limonar con rasgos de Juan Breva y del jerezano Chacón, como asimismo, reminiscencias del verdial almachareño.
Tras una vida dedicada al arte, regresó a su Vélez natal, donde hoy una calle, una plaza y una Peña flamenca perpetúan su memoria. Conocer Vélez-Málaga es también acercarse al eco profundo del Niño de Vélez, un cantaor que llevó su tierra en su voz.