Frente al Mediterráneo se alza San Pitar, la cantera histórica que suministró la piedra con la que se levantaron obras emblemáticas de Málaga. Un lugar donde el paisaje, la arquitectura y la huella de los antiguos canteros narran cómo se construyó la ciudad.
En lo alto de un cerro que domina el río Vélez, Cerro Alarcón emerge como un guardían milenario del pasado fenicio. Visitar este enclave es adentrarse en un paisaje donde la arqueología y la naturaleza se funden para ofrecer una experiencia única, auténtica y profundamente evocadora.
Un enclave entre el mundo fenicio, púnico y romano en la desembocadura del río Vélez.
En lo alto de una elevación bañada por la historia, el Cerro del Peñón emerge como un balcón natural que guarda los secretos más antiguos del río Vélez. Entre vistas privilegiadas, ecos fenicios y vestigios medievales, este enclave invita al viajero a descubrir un pasado tan vibrante como el paisaje que lo rodea.
La necrópolis fenicia de Jardín, historia y patrimonio a orillas del río Vélez.
Un pequeño pero extraordinario enclave fenicio del siglo VIII a.C., donde se hallaron tumbas de incineración y piezas únicas de alabastro egipcio, testimonio del alto rango y la intensa actividad comercial de las antiguas colonias mediterráneas en la costa de Vélez-Málaga.
En el yacimiento fenicio de Chorreras, en Vélez-Málaga, arqueología y memoria se unen para los primeros pasos de la civilización mediterránea en Andalucía. Entre casas de adobe, urnas funerarias y ajuares milenarios, este enclave cuenta con la historia de los pueblos que dieron forma a nuestra identidad y nos invita a mirar al pasado.
Toscanos forma parte del conjunto arqueológico de los yacimientos de la desembocadura del río Vélez, junto con Cerro del Peñón, Cerro de Alarcón, Cerro del Mar y la necrópolis de Jardín.